Misiones Transculturales

¡Muchísimo! Existen varias organizaciones misioneras que movilizan personas hacia miles de zonas del mundo donde existe gente que nunca ni siquiera escuchó el nombre de Jesús (¡increíble, pero muy cierto!). Por lo tanto, hay mucho por hacer para dar a conocer a Cristo o plantar iglesias. Se debe comenzar por conocer la lengua y cultura del país a donde vas; iniciar traducciones de la Biblia a las etnias y grupos no alcanzados; por sobre todo, establecer vínculos con las personas. Vivir con ellos, hacer amigos y ganarte el derecho de ser escuchado para dar a conocer de Cristo y su plan de salvación. Luego está el hecho de plantar iglesias, evangelizar con la Palabra a más personas y así replicar este trabajo en otros países. Muchos misioneros transculturales dedican su vida a vivir en un lugar lejos de lo que consideran «su casa», por la causa de Jesús.

Claro que sí, y cada acto de persecución priva a las personas de sus derechos básicos por una sola razón: su creencia en Jesucristo.

Existe una Lista Mundial de Persecución (LMP) elaborada por una ONG llamada Puertas Abiertas, donde cada año se publica el avance de la persecución mundial a los cristianos y los tipos de persecución que viven los cristianos en el mundo.

De la misma manera que ocurrió con el apóstol Pablo (Saulo de Tarso): con un encuentro real y genuino de las personas con Jesús. Saulo era un judío terrorista, perseguidor de cristianos en la época de Jesús, ​cuya vida cambió para siempre después de un encuentro con Jesús​. Ya lo decía el mismo Pablo (ex-Saulo)​, en su carta a los Romanos 1:16: «No me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen» y «El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios» 1 Corintios 1:8. De ser un perseguidor, se volvió uno de los grandes baluartes de la Iglesia Primitiva cristiana hasta nuestros días.

Existen varias maneras de apoyar a las misiones: 1) Orando por quienes están en el campo misionero, sus necesidades, su fortaleza y bienestar en medio de las luchas que viven en el extranjero, muchas veces solos o muy lejos de sus casas, familias y cultura; 2) Dando, es decir, movilizando recursos para que otros vayan o se invierta en traducción bíblica, envío de Biblias, incluso combustible o cualquier donación para suplir necesidades de personas que lo necesitan; 3) Yendo, es decir, cruzando las fronteras de tu propia comodidad y país para ver las maneras increíbles en las que Dios está obrando en el mundo.

Si sos miembro de MQV y tenés el llamado a las misiones transculturales, queremos saberlo y encontrar la manera de apoyarte. En primer lugar, te recomendamos capacitarte: estudiar y trabajar. Muchos países no reciben a cristianos precisamente, pero sí reciben personas que puedan desempeñarse en su rol como profesionales, docentes, médicos, mecánicos, etc. Estudiar o tener una profesión te va a abrir muchas puertas. Luego deberás iniciar los pasos para conseguir tu sostén económico en ese país, y pertenecer a una agencia misionera de soporte es una gran ayuda para orientarte y acompañarte en este desafío dentro y fuera de tu campo de acción. Existen escuelas de entrenamiento misionero en varias partes del mundo que pueden servirte en estos pasos, y ayudarte a confirmar tu llamado.